martes, 7 de junio de 2011

El ave fénix botánico

EL ACANTO A TRAVÉS DE LOS TIEMPOS




Acanto al abrigo del olivo (Camino de los Mariscales)

    


Capitel de avispero 
El acanto o Acanthus mollis, proviene de la palabra griega “Akantha” que significa espina. Es una planta herbácea, que puede alcanzar hasta 1 m de altura .Sus hojas arrosetadas son de un color verde intenso y con dimensiones que pueden llegar hasta los 35 y 50 cm de longitud.
Su floración se produce en primavera tardía y comienzos de verano, presentando flores blancas y brácteas púrpura sobre tallo rígido, formando espigas que en su conjunto son francamente espectaculares. En los alrededores de nuestro municipio podemos descubrirlas dando un agradable paseo por los alrededores al cobijo del emblemático olivo, ya que se refugia del astro rey buscando la sombra y la humedad.

Capitel Corintio clasico
Emblema ornamental de las Bellas Artes por su majestuosidad y elegancia la envuelven grandes leyendas, desde la Grecia clásica hasta nuestros días. En una de ellas se cuenta el origen del capitel corintio cuando el arquitecto griego Calímaco quedó maravillado al ver sobre un sepulcro la armonía y majestuosidad de un acanto que había florecido bajo un cestillo de flores tapados con una teja, que un aldeano había dejado en el sepulcro de su joven hija; el acanto había abrazado el canasto con sus enormes hojas, cerrándose en sus extremos formando una decoración campestre de gran belleza, que inspiró a nuestro arquitecto en la creación de este capitel que ha marcado un antes y un después en la historia del arte. Como curiosidad decir que está íntimamente relacionado en el  mundo cristiano con el renacimiento ya que su rápido crecimiento, muerte y regeneración la asemejan a la resurrección de la vida y con el dolor de los pecados.
La escultura griega lo reflejó con expresión realista ya fuese en la variedad suave o espinoso, vistiendo a sus dioses, y mostrando todo el carácter y la textura de sus hojas.

Boceto de metamorfosis de Acanto
El acanto tuvo gran presencia en el ornamento del clasicismo, por su fuerte atractivo visual y su gran adaptabilidad para transfigurarse, experimentando todo género de metamorfosis .Sus zarcillos se convierten en monstruos, medias figuras en forma de arpía, efigie, grifos, máscaras y prótomes que configuran capiteles, frescos, candelabros, etc.…También la cornucopia acompaña la hoja de acanto y muchas veces se compone de las mismas.
Boceto de cornucopia de Acanto


No solo es heredado por el arte occidental como una constante, sino que también aparece en el arte oriental remontándose a la conquista de Alejandro en Oriente.
Mezquita de Córdoba
El arte musulmán lo acoge con gusto pues ve en él la culminación de la belleza vegetal y lo convierten en un motivo imprescindible y recurrente al estar totalmente prohibidas en cualquier representación artística las figuras zoomórficas: Ejemplos podemos encontrar en la Mezquita de Córdoba.
En cuanto al arte gótico podemos contemplar su belleza en retablos y frescos, como por ejemplo en el Monasterio de San Isidoro del Campo ubicado en Santiponce.
Mantón de Manila 
El acanto y el arte han estado muy unidos a través de los siglos ya que su regeneración no ha sido solamente biológica sino cultural porque ha estado presente en todos los movimientos artísticos,desde la Grecia clásica hasta nuestros días pasando por el Románico, gótico, Renacimiento, Barroco etc. Constituyendo el elemento ornamental más significativo de la cultura occidental.
También en la literatura tiene cabida el acanto, cuando Virgilio nos describe el vestido de la bella princesa Helena bordado en relieve de hojas de acanto y ya en nuestros días, escritores como Rosa Chacel nos deleitan los sentidos con susurros de acanto: 
 Yo me encontré el olivo y el acanto 
      que sin saber plantaste, hallé dormidas,
      Las piedras de tu frente desprendidas,
      Y el de tu búho, solemne canto. (Rosa ChaceL)
       
Acanto: Inspiración de artistas a través de los tiempos ¡Qué gran lujo tenerte en Guzmán y poder disfrutar de ti en cualquier paseo, viendo tus hermosas praderas cobijadas a las sombra del olivo y a las orillas de nuestros arroyos y en los escalones de nuestras cornisas...!

Fuentes de información y equipo de trabajo

Eva Lozano y Ana Carrasco

No hay comentarios:

Publicar un comentario