miércoles, 6 de julio de 2011

Balcones privilegiados sobre el Valle del Guadalquivir y Sevilla



Los Cerros y Miradores de Castilleja de Guzmán ofrecen un lugar excepcional de observación para los amantes de la naturaleza, la historia, la botánica, la avifauna y el senderismo del Paisaje protegido de La Cornisa del Aljarafe Norte.

Solo se conserva lo que se ama, solo se ama lo que se conoce y solo se conoce lo que se conserva  "

Miradores

A la hora de interpretar el paisaje afloran distintos aspectos emocionales. Cuando entramos en contacto con el medio natural respiramos su historia, contemplamos su belleza y disfrutamos de sus aspectos físicos y medioambientales.

El interés por el paisaje ha ido aumentando considerablemente en nuestros tiempos, empieza a entenderse como un factor de desarrollo local al considerarse un bien de interés cultural y económico. Proporciona calidad de vida y bienestar a los ciudadanos, tanto es así que la nueva ley del patrimonio histórico andaluz (14/2007 de 26 de noviembre) indica que el paisaje ha pasado a ser considerado un elemento patrimonial de primer orden.
Además, el Convenio Europeo del Paisaje suscrito por España, redunda en el valor del Paisaje como un “indicador de desarrollo con el propósito general de animar a las autoridades públicas a adoptar políticas y medidas a escala local, regional, nacional e internacional para proteger, planificar y gestionar los paisajes europeos con vistas a conservar y mejorar su calidad y llevar al público, a las instituciones y a las autoridades locales y regionales a reconocer el valor y la importancia del paisaje y a tomar parte en las decisiones públicas relativas al mismo”.
La diversidad paisajística que ofrece el Aljarafe en el cinturón de municipios que forman la primera corona del área metropolitana de Sevilla, es de un valor incalculable por ser cada vez más escasa la posibilidad de encontrar tan próximos a una gran ciudad lugares rurales llenos de encanto y sosiego.
Castilleja de Guzmán, a través de sus miradores, proporciona la posibilidad de disfrutar de la historia, paisaje, flora y avifauna que contiene el Aljarafe Norte. La peculiaridad que encierra su  paisaje reside en la belleza y diversidad con la que cuenta. En él confluyen distintos elementos territoriales que a su vez nos proporcionan diferentes ecosistemas; La Vega del Guadalquivir, La Meseta del Aljarafe, La Cornisa Norte y los cerros del Aljarafe, La Campiña esteparia o Campos de Gerena. En esta variedad de ecosistemas podemos apreciar la riqueza del medio físico y natural.
Haciendo un recorrido por los miradores que ofrece nuestra localidad encontramos el mirador de La Huera, éste mirador  recibe su nombre por albergar cuevas / enterramientos de la etapa del calcolítico, actualmente soterrados para preservar su conservación, ofrece en su primer plano un paisaje donde podemos admirar la vaguada del arroyo Montijo, arroyo que nace en el término de Valencina y que desemboca en Camas, que conserva su caudal durante todo el año por lo que ofrece una vegetación constante y variada siendo ésta refugio de una amplia avifauna.
Si elevamos la mirada hacia un segundo plano, este mirador ofrece unas hermosas vistas sobre la cadena de Cerros del Aljarafe Norte destacando algunas elevaciones algo más avanzadas como el Cerro Blanco invitando al caminante a visitar su cima para el disfrute de su paisaje elevado sobre la ciudad de Itálica. Formando parte de este compendio de cerros no podemos dejar de citar los cerros de Santa Brígida, Las Redondillas, y Los Molinos.
Los miradores de Forestier, que rodean el exterior del recinto de los jardines y dentro del área de protección paisajística del Bien de Interés Cultural, fue un lugar que albergó en su día diversas villas romanas, estudios recientes lo confirman. Es un lugar desde el que se domina el recorrido que el camino del agua hace por el término de Castilleja de Guzmán y es el inicio también del camino de San Benito, vía de acceso a los cerros Blanco, Pelón y de Santa Brígida. 
Mapa de Miradores



Continuando el recorrido en torno a la localidad, llegamos al mirador de Los Bancales situado al este del municipio, aquí podemos hacer un receso y disfrutar del cauce visual con que cuenta el mirador. Próximo a éste, el arroyo de Los Alfileres supone un deleite en todo su recorrido constituyendo un pulmón natural para el municipio, compuesto entre otras especies botánica de praderas de acanto, vincapervincas, ricino y bosquecillos de ailantos, como consecuencia de ello una gran diversidad de especies de aves, reptiles y anfibios habitan en torno a la zona.  



El paisaje físico que ofrece el mirador de la Vega del Guadalquivir y de Los Alcores arropando a Sevilla vista desde aquí, coincide con un paisaje histórico que nos traslada en el tiempo hacia las antiguas civilizaciones surgidas en torno al río Guadalquivir. En días claros desde estos miradores se puede divisar en su horizonte el macizo de la Cordillera Penibética y Grazalema, así como de las faldas de Sierra Morena.

Si avanzamos hacia el sur tenemos que hacer mención por último a los miradores de La Garria y de Caño Ronco lugares de contemplación hacia el Cerro del Carambolo, donde se encuentra el santuario tartesso-fenicio de la diosa Astarté, lugar del descubrimiento del mayor tesoro encontrado en esta zona del Aljarafe sevillano. 

Termino Municipal



El privilegio de la riqueza paisajística de la que disfruta Castilleja de Guzmán y sus lugares de observación, conforma un punto estratégico elegido por nuestros primeros pobladores desde época del calcolítico, hace 5000 años.


 Autor/a y equipo de trabajo

Luz Ramírez y Miguel Spínola


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