jueves, 28 de julio de 2011

Un equipo multidisciplinar investiga los ajuares funerarios de 61 inhumaciones calcolíticas próximas al dolmen de Montelirio en la zona Plan Parcial 4


Enterramientos colectivos con ajuar funerario en la zona del PP4
Los arqueólogos Leonardo García Sanjuán y David W. Wheatley, pertenecientes respectivamente a las universidades de Sevilla y Southamptom (Reino Unido), dirigen actualmente un estudio destinado a la investigación de los materiales líticos, cerámicos y antropológicos rescatados durante 2007 y 2008 de un total de 61 inhumaciones de la Edad del Cobre localizadas en los terrenos del plan parcial número cuatro de Castilleja de Guzmán, en la comarca sevillana del Aljarafe. El material sometido a investigación, descubierto en el entorno del famoso dolmen de Montelirio, incluye desde un colmillo de elefante tallado, hasta una pieza de ámbar que habría constituido el pomo de la empuñadura de una daga. Los suelos del plan parcial número cuatro, como se recordará, están enclavados en los aledaños del célebre dolmen de Montelirio, que se alza en una finca de 16.000 metros cuadrados de Castilleja de Guzmán declarada como Bien de Interés Cultural (BIC).

Este monumento megalítico, de hecho, ha sido objeto de una última campaña de excavaciones arqueológicas promovidas por la Consejería de Cultura para profundizar en el conocimiento de un sepulcro cuya antigüedad se remontaría, según los arqueólogos Álvaro Fernández, Vicente Aycart y José Luis Escacena, al periodo comprendido entre los años 2.700 y 2.900 antes de Cristo. Las excavaciones de este dolmen, además, supusieron el rescate de restos humanos pertenecientes a 19 personas, además de un fabuloso ajuar en el que destacan miles de cuentas de collar, más de cien puntas de flecha, toda una colección de figuras zoomorfas e incluso altares y estelas, lo que ha constituido uno de los hallazgos más importantes en materia arqueológica por lo que a la provincia de Sevilla se refiere.
CINCO CONSTRUCCIONES MEGALÍTICAS EN EL PLAN PARCIAL CUATRO
Hallazgos en Montelirio

 Los suelos del plan parcial número cuatro, de cualquier modo, fueron adquiridos por el grupo constructor ´Jale´ al objeto de edificar sobre ellos un geriátrico y una gran superficie comercial, si bien merced a las cautelas arqueológicas decretadas por la Consejería de Cultura, la empresa se vio obligada a contratar a un equipo coordinado por el arqueólogo José Peinado para las correspondientes catas preventivas. El resultado de estas excavaciones preventivas, de hecho, motivó que finalmente la Consejería de Cultura paralizase la iniciativa urbanística, porque el subsuelo del plan parcial número cuatro alberga 61 inhumaciones de la Edad del Cobre entre las que figuran cinco construcciones megalíticas, diez enterramientos de cronología romana y otras diez fosas de datación aún por determinar. Actualmente, y con la aquiescencia de la Consejería de Cultura, los arqueólogos Leonardo García Sanjuán y David W. Wheatley dirigen un proyecto cuyo fin es la investigación de los materiales antropológicos y ajuares funerarios rescatados entre 2007 y 2008 en el marco de las excavaciones que coordinó entonces José Peinado. Todos estos materiales, contenidos en más de 90 cajas depositadas en el Museo Provincial de Arqueología, constituyen "un registro muy rico" de la cultura calcolítica que poblaba esta zona de la comarca del Aljarafe, según ha señalado el propio Leonardo García Sanjuán.
Enterramientos colectivos en el PP4
Restos humanos de Montelirio
Y es que los suelos del plan parcial número cuatro se localizan en el ámbito de influencia de la declaración de Bien de Interés Cultural, con la categoría de Zona Arqueológica, que pesa sobre 779,16 hectáreas de los términos municipales de Valencina de la Concepción y Castilleja de Guzmán al albergar los vestigios del asentamiento prehistórico de la zona norte de la cornisa del Aljarafe. En este mismo entorno, de hecho, están enclavados los dólmenes de La Pastora, Matarrubilla y Ontiveros.
MARFIL, ÁMBAR E INCLUSO UNA LÁMINA DE ORO Leonardo García Sanjuán y David W. Wheatley han explicado a Europa Press que los materiales descubiertos en las excavaciones de urgencia dirigidas por el arqueólogo José Peinado destacan por "su riqueza y su diversidad museológica", dado que entre las piezas sometidas a esta investigación figuran numerosas piezas de marfil "procedentes del comercio", algunos elementos de metal e incluso "una lámina de oro", lo que constituye una buena prueba de la riqueza y los recursos de la población humana que habitaba el asentamiento calcolítico de la cornisa aljarafeña. En concreto, los arqueólogos han destacado, como piezas de especial relevancia entre este ajuar, un colmillo de elefante "tallado" de aproximadamente 60 centímetros de longitud y una pieza de ámbar que habría servido de pomo en la empuñadura de una daga. En alusión a estas dos piezas concretas, García Sanjuán y Wheatley han señalado que el carácter "exótico" de estas materias primas pone de relieve los "lazos comerciales" de los que gozaba el asentamiento calcolítico de la cornisa aljarafeña. Además, estos arqueólogos han prestado especial atención a las características y el contenido de la estructura funeraria catalogada con el número 10.049, dado que se trata de la mayor de las cinco construcciones megalíticas descubiertas en el plan parcial número cuatro de Castilleja de Guzmán. En esta estructura de tipo ´tholos´, de hecho, fueron descubiertos el mencionado colmillo de elefante y la pieza de ámbar, por lo que García Sanjuán y Wheatley sopesan la posibilidad de que los restos humanos hallados en su interior hubiesen correspondido a "un personaje de posición elevada", extremo que probaría el funcionamiento de "un sistema social jerarquizado" en el asentamiento.
Fuentes: Giralda informacion 
Autor
Paco Vera Usabal

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